Repentinamente, el escenario presidencial del Partido Demócrata, que contaba con más de media decena de candidatos hace una semana, se transformó en una competencia de dos hombres: el exvicepresidente Joe Biden, de 77 años, y el senador Bernie Sanders, de 78.
El multimillonario Mike Bloomberg puso fin a su campaña por la candidatura presidencial demócrata y dio su respaldo a Biden.
El exalcalde de Nueva York tuvo un desempeño decepcionante en las primarias del Súper Martes luego de haber invertido más de 500 millones de dólares de su propia fortuna. Ganó solamente en el territorio de Samoa Americana y obtuvo unas decenas de delegados. Por su parte, Biden ganó los estados del sur en los que Bloomberg invirtió decenas de millones de dólares y tenía algunas esperanzas de victoria.
Bloomberg se suma así a la senadora Amy Klobuchar y a Pete Buttigieg, quienes abandonaron la contienda y dieron su respaldo a Biden como alternativa moderada al senador Bernie Sanders justamente en la víspera del Súper Martes.
Con Biden y Sanders, los demócratas tienen dos opciones muy distintas para elegir la clase de candidato que querrán presentar en noviembre.
Sanders es un socialdemócrata que cuenta con una enérgica coalición en la margen izquierda de su partido para librar su batalla, iniciada hace décadas, por transformar los sistemas político y económico del país. Biden, un veterano político de la corriente tradicional del partido en Washington, defiende una estrategia más pragmática en temas clave como salud pública y cambio climático.Tags